Algo sobre Lovecraft como científico de lo oculto

Ezequiel Carlos Campos

[…] y pensar por lo tanto en el tiempo como algo místico
y portentoso donde todo tipo de maravillas
podrían ser descubiertas.

H. P. Lovecraft


Sin propiedades.


Lovecraft empezó a escribir a temprana edad, cuando jugaba a ser árabe, después de haber descubierto y leído Las mil y una noches, o cuando encontró los libros de su abuelo ilustrados por Gustave Doré que lo impresionaron. Desde la secundaria escribió textos del género que le caracterizaría durante su vida, esos textos fantásticos, sobre criaturas, seres de otros planetas. De las primeras obras que él reconoce con valor de esa época es El alquimista, y a partir de ahí, su obra se caracterizaría por aplicar a sus textos algunas ciencias. Casi a los ocho años adquirió un fuerte interés, escribiéndolo en su texto autobiográfico Algunas notas sobre algo que no existe, por la ciencias; primero por la química, teniendo un pequeño laboratorio en el sótano de su casa; después por la geografía, fascinándose con el continente antártico, por reinos inexplorados, lugares a los que el hombre teme visitar; y por la astronomía. Lo que es el fanatismo hacia el continente antártico y su amor por la astronomía se percibe de manera muy clara en sus textos: En las montañas de la locura, donde se ambienta en esas tierras, y El color que calló del espacio, por hablar de la influencia astronómica. Pero Lovecraft dice que la ciencia había eliminado su creencia en lo sobrenatural. ¿Era acaso porque en la ciencia se busca la verdad y él la quería encontrar? ¿Entonces por qué escribir textos sobrenaturales, cuando tenía una influencia de la ciencia?

Sus mitos de Cthulhu son relatos que cuentan que antes de la vida en la Tierra existían criaturas muy poderosas e inmortales; fueron desterrados del planeta y confinados a diferentes lugares, inexplorados bosques, otros planetas y otras dimensiones. Quedaron ocultos, aunque algunos humanos han podido comunicarse con ellos; esta comunicación puede ser mediante la magia irracional o intuitiva, con conjuros que tiene el libro el Necronomicón del árabe loco Abdul Al-Hazred. Aparte del Necronomicón existen otros libros en los mitos, los libros malditos. La mayoría de los autores de estas obras se volvieron locos, se suicidaron o fueron asesinados de manera extraña. Y muchos personajes de Lovecraft suelen ser eruditos aficionados a buscar y leer libros polvorientos: de magia negra, donde se encuentran esos secretos que no se pueden descifrar o donde se encuentran conjuros para realizar algo, también sobre cómo leer jeroglíficos, que algunos personajes encuentran.

Su fantasía es tanto una síntesis de lo arcano-mítico y cosmológico: las criaturas que describe y acechan más allá del universo físico, como la comunicación con los propios humanos. Esas criaturas, los primigenios o primordiales, son una extraña mezcla de demonios, extraterrestres, o seres ocultos; Lovecraft no las creó para hacer un renacimiento religioso. Mientras que el conocimiento de él hacia lo arcano era limitado, las vagas insinuaciones de sus textos son en sí mismas el material del que están hechas la tradición esotérica y las órdenes ocultas que se forman a su alrededor. Empero, Lovecraft escribió de manera consciente para que los buscadores del conocimiento arcano pudieran escoger temas de los que él trataba, y se sintieran más atraídos por los lados oscuros de la vida y del cosmos.

Lovecraft tuvo inspiraciones de sus pesadillas y las convirtió en cósmicas, mitológicas.

Su mitología es legítima en el sentido de la ficción, o como cualquier otra forma de ocultismo o de misticismo, porque si puede llegar a impactar en la mente de cada lector, es tan eficiente como cualquier cuerpo mágico.

Lovecraft dice lo siguiente: “Mi principal placer fuera de la literatura pasó a ser la búsqueda evocadora del pasado de antiguas impresiones arquitectónicas y paisajísticas habitadas de América”.[1] Era un gran admirador de lo pasado. Las ciencias ocultas son prácticas que, desde la antigüedad y actualmente, pretenden penetrar y dominar los secretos de la naturaleza y los poderes ocultos del ser humano, así como lo hizo él, penetró en esa oscuridad, esos secretos que sus mismos personajes tuvieron, para encontrar una verdad, conocerla del todo.

Sobre la literatura explica lo siguiente: “Ahora está claro para mí que cualquier mérito literario real que posea está confinado a los cuentos oníricos, de sombras extrañas, y 'exterioridad' cósmica a pesar de un profundo interés en muchos otros aspectos de la vida […]”.[2]

El autor estadounidense es uno de los más grandes creadores del género de terror, alguien que influyó a ocultistas, que creó una mitología extensa que abarca relato tras relato y que es un tema interesante y sorprendente para los lectores. En su obra se encuentran aspectos fantásticos: seres, pueblos escondidos, extraños, se encuentra magia y de muertos que regresan al mundo. El universo de Lovecraft, su magia, su ciencia a través de las ciencias impresiona, es un genio de la materia y gran amante de lo oscuro, fascinado por alguna curiosa interrupción de las leyes de la naturaleza o alguna intrusión monstruosa en nuestro mundo por cosas de los raros abismos, de esas pesadillas que tuvo desde siempre y quiso recordarlas, darles un significado y vida. Amante de la ciencia y un científico de la literatura, científico de lo oculto.


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BIBLIOGRAFÍA:

LOVECRAFT, Howard Phillips, H. P. Lovecraft (1890-1937), México, Tomo (Autores Selectos), 2012.










[1] Howard Phillips Lovecraft, “Algunas notas sobre algo que no existe”, H. P. Lovecraft (1890-1937), México, Tomo, 2012, p. 19
[2] Idem. 

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