Órgano de la ciencia ficción. Seis poemas de pi Leona

El raje de las fronteras

No se sale indemne

no se vuelve atrás

Solazarse en la entrada

o caída del sol

sobre el cuerpo húmedo

e inclinar

por los rayos los rasgos

antes atenuados por la programación

hacia los valles de la infancia o el delirio

Ir al empuje de una luz mutante

inapropiable

plenamente ilícita

para la legislatura de los adentros

No se sale de nadie

menos se vuelve al día sin daños

Se colma de viento la copa por el sur

otros la creen vacía

pero es el reboso vibrante

imperceptible al ojo malogrado

tan quieto en su cuenca

que confía todo a su límite

Se colma morando

Se vierte el silencio

en las tripas

gozosas de musical mestizaje

del golpeteo de almas nevándose

sobre la superficie imposible de los jardines

No hay regularidad

en la masa ni el volumen

no hay talante para la memoria del tacto

Toda la piel es camino probable

si el roce es la prueba del tiempo

piedra sobre aguja

tempestad que descentra

y sumerge el ánimo

en el abismo de lo tremendamente bello 

a la vez que insoportable.

Salir es abrirse

salirse de sí

considerarse permanentemente nuevo

estar expuesto, disponerse

al atravesamiento de todo

rasgarse sin punto ni línea

quebrarse y ser humilde

encontrarse con todo el mundo y solo

(abismo más grande que la persona)

Habitar el cadalso para conocer su equilibrio

el ritmo variable de la mar

saludarte con los árboles por su olor

y no por su nombre

Ir robando del misterio que es el otro

un pedacito de cariño y odio

intuición de que también te están robando, no el crédito

sino aquello que ni vos sabes que hay en ti

Salir es salirse

de la armadura de certezas a la que llamamos sujeto,

abrirse a la fuga y coger velocidad en el raje,

tentarse al vuelo

de los que prefieren no hablar

Abandonar el maridaje entre capitalismo y realidad

pero nunca renunciar

a la pregunta que encabrita.

Órgano de la ciencia ficción

(a Camila lectora de Espinosa)

En la antesala permanente

del fin del mundo

tus lentes son espejos con que

me descubro filamento

como un nervio tenso

que recorta la unidad del átomo

la exposición de una fotografía

donde un zépelin detona

encima de la estación Ñuble

el edificio de la prensa

se desintegra honestamente

y junto al pavimento caliente

compone la ruina verdadera

Un segundo antes de

que florezcan las grietas de los durmientes

que son vértebras de nuestra

común longitud

estalla la calma hacia adentro de la política

la rueda espiral brama su intuición

carrera espectral

donde la pena no se mira con la rabia

Un conjuro de palomas

choca las cabezas de la manada subterránea

el pelotón armado / fila india deshecha / lechón apuñalado

viento que desespera: aquí no pasa nada

todo está bien

adentro de los contenedores de basura

Aunque transpirado

estoy tranquilo en mi sueño, madre,

puedo pasarme todo el otoño

mirando las grúas al cielo

mientras mi angustia se expande

a ritmo de farmacia

Mas, si amanezco en el suelo no me recojas

este pedazo de tierra

es el último mar

que me habla en secreto

de los barretines y los delatores

y las torres sin castillos

pertenezco a la melodía que no desaparece

al movimiento de cola de los continentes

hebra del abrazo frutal

sin ocaso.

Hormigas a contramano

El error es una carta de navegación

preciosa,

¿bello el mar ausente de tempestad?

Sólo el susurro es habla prístina.

Arrostrar, entonces,

el cuerpo como barca,

sin pertenencias ni sucesos.

La playa invertida

Frágil / y en combustión

la irregular molécula que somos

resguardada por los filos cardinales

de su inabarcable mutación

repele y habita el silencio

sin la menor cuantía de dios

sangre amarilla riega la arena

en la mórbida extensión del látex al úlex

escala molécula a cima / como la mancha misteriosa del ojo

enceguece a persona la cima del sol

y en la órbita sobre sí mismo

este cuerpo que nunca está solo

se atora con la esperanza

de que acabe la ruina

y comience otro cielo.

Bloc de noticias

Miras protestas por la pantalla

y sientes la sangre detenida

que vuelve a correr a ríos llenos

por las cuencas abiertas

de los ojos vaciados.

*

EL MEDIO LITRO de leche en la memoria de la madre el terror de volver a lo mismo hijo mío perdón porque nunca pensé que podía volver a pasar esto que íbamos a ver a los milicos en las calles las tanquetas los fusiles los gritos los muy perros disparando a quemarropa ante las cámaras y todo lo que harán cuando no los vemos en las cucas retenes cuarteles en las comisarías en los traslados en sitios baldíos en descampados han re abierto la herida mi vieja y escarban con saña en la carne del pueblo con tenazas en los genitales y violaciones colectivas hacen ostentación de esa cobarde crueldad que los caracteriza han abierto nuevamente centros clandestinos en lugares por donde paseábamos tranquilos con nuestras conciencias pacificadas de consumidores y los jóvenes adultos con sus pugs y sus barberías se espantan tuitean se indignan y salen a golpear el tarro de leche de coco después del co-working en las noches no se puede dormir en circunvalación sur hay barricadas en cada esquina y amanecen humeando aunque llueva con ganas no se apagan del todo siempre queda una brasa sembrada en la calle un plástico derretido que forma el relieve de interrupción por el que pasarán los autos con la gente que va de camino a sus pegas escuchando la radio el temblor en la palanca de cambio cuando suena el diario de cooperativa está llamando como un traqueteo un suspenso antes del golpe y escuchar que son quince los muertos confirmados en la región metropolitana y en la región de los ríos sesentaiocho las personas detenidas diecinueve las heridas por armas de fuego y al cierre de esta edición con fecha veintinueve de octubre el instituto nacional de derechos humanos había interpuesto once querellas criminales en contra de las fuerzas armadas y de orden por apremios tortura y violencia sexual en las ciudades de Valdivia y Río Bueno.

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pi Leona. Pseudónimo de Pablo Inostroza Álvarez (Santiago de Chile, 1989), periodista y estudiante de filosofía. Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral 2006. Ha autoeditado los poemarios Vórtices que vi (2018) y El contorno de la gota es la guerra fractal (2019), además de diversos fanzines de poesía, filosofía y pensamiento corrosivo. Reside en Ainilewfü, Futawillimapu / Valdivia, sur de Chile.