La tríada para enterrarte

Eunice Zuleika Báez Aguilera



No os acordéis de las cosas pasadas, 
ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 
He aquí que yo hago cosa nueva; 
pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? 
Otra vez abriré camino en el desierto, 
y ríos en la soledad.
Isaías 43: 18-19


Falacias

Si aquellas confesiones, ¿acaso fueron verdad?
La credulidad en tu pecho,
tan real, como olvidar
la sombra de alguien más...
Eliminar la poesía de meses atrás,
las noches de verano
en escenario teatral.
Si es cierto lo que dices, mi olvido es real.
Si es cierto que te creo,
perdón, te lo confieso:
No he podido olvidar,
lo llevo muy adentro... Adentro…
Su nombre que resuena,
el susurro que exaspera,
su lira de poeta,
sonrisa que me altera…
Perdón, te lo confieso:
Si yo en tu voz creí,
olvidé el oculto abril...

Abril... Y la mentira
...La promesa... La sonrisa
...Susurros de Neruda...
Como eco al oído truenan...

Si olvidé acaso esa mentira,
entonces te creí...
Si fueras tú poeta,
la voz yo recibí...

Si abriste tú mi pecho, no dudes...
Era en serio...
...Mas este sentimiento desnuda mis adentros,
juzga tú, él está en mi pensamiento...
            Ve y juzga, ¿yo te creo?


Razones para no verte

No quiero mi pupila
volver a posar,
en la silueta perfecta
que me hace soñar...
Que nunca mis labios
vuelvan a beber,
el triste suspiro
del beso de ayer...
Recuerdos que en giras
quisiera yo hacer,
tus crueles caricias,
que no han de volver.
Que no me acontezca,
avanzar, conocer,
el espejo roto
anidando tu piel.
El lloro me tienta.
No quiero saber
de aquella sonrisa,
que inquieta mi ser.
Que nunca mi mente
te vuelva a pensar,
hechizo de Egipto,
gemelo letal.
No quiero, no puedo
volver a mirar
los versos ocultos
quedaron atrás...


Decido no conjugar


Porque amar es eterno.
Amando, acción continúa.
Amé es aquel pasado.
Te amo, lo de hoy.
Amar sin conjugar,
perpetuo despertar.
Así es como me amaste,
me amas y me amarás…
Qué ingrato, qué sublime;
Amar: incomprensible.
Si yo te correspondo,
aquel negó tu nombre
Él es aquel pasado
¿o acaso lo de hoy?
Perdón, yo te lo ruego,
el infierno se quemó.
Amar, el verbo eterno,
es el sentir de Dios.
Dime ¿cómo olvidar
mi amor que te olvidó?
Ame, sin ser amado.
Amaba, en el pasado.
Amar, ya lo he olvidado.
Amé el dolor pesado.
Amado, al inservible,
olor que ya no existe,
renuncia que carcome,
cicatriz que me corrompe…
No hay yugos desiguales,
Amar, lo incomprensible.
Amado, al desamor.
Amar la bendición…
Y en medio de este olvido…
Amar, oigo tu voz,
caricia de mi alma;
el Dios que me levanta:
Saliste del amado,
mantén hoy la certeza.
Amar, la bendición
que no añade tristeza.
Amé, quien no me amaba.
Amar, santificada;
al amado asesinó,
por eso escojo amar.
Amar, que me llena.
Amar, la lumbrera.
Amar, sin tristeza.
Amarte a ti, Amar.


Darío Barco. Obra: Mujeres en verdes. Tríptico.
Soporte Papel - Técnica: Mixta. Collage - Tinta - Acrílico. 18 cm x 45 cm. 2014.

Comentarios

¿SE TE PASÓ ALGUNA PUBLICACIÓN? ¡AQUÍ PUEDES VERLAS!