La balada de la ausencia. Cinco poemas de John Gómez


La balada del último hombre

El último en morir
por favor que apague la luz,
que salga de la ciudad gris,
que vaya a las montañas
y respire el aire frío de la niebla,
que se quede allí el día entero
contando pájaros,
sintiendo la lluvia caer,
que pruebe a contar también
cuántas casitas devora la hiedra
y le declame un par de poemas al eco,
que tararee una canción aprendida
en la niñez,
una copla o un refrán,
de esos que enseñan los abuelos,
y le pida perdón a los bichos,
a nombre nuestro.
Y por favor que apague la luz,
que cierre la puerta con cuidado
de una vez y para siempre.


La sal

La sal tiene la costumbre
de entrar por la ventana,
de meterse en la mirada
o en el silencio de Teresa,
cuando mira al mar.
Nos hemos acostumbrado a la sal
pero no al llanto.
Todo está lleno de ausencia
aquí, en la casa.
La anciana teje en una esquina,
teje y desteje,
para deslizarse en el olvido.
Hace tiempo
que no piensa en los niños,
en su risa, en su jugar a la pelota,
con los pies descalzos
y las rodillas surcadas
por cicatrices viejas.
No es igual para Teresa,
que llora por las noches,
cuando la anciana duerme.
Llora y se mete al mar,
para disimular su llanto.
Los niños,
hace tiempo
que no piensan en la anciana,
ni en Teresa, o su jardín
de mariposas,
sino en la sal.
La brisa les revuelve los cabellos,
las sombras devoran
su larga procesión
lejos, muy lejos de casa.
Y mientras caminan,
lame el viento las caritas mojadas
de los niños,
y la sal se les diluye
entre las lágrimas.


La balada de la ausencia

Preparamos la casa
para nuestros amigos.
Los trastes viejos
los escondimos en el cuarto
de los chécheres.
Las telarañas
las deshicimos a escobazos.
Barrimos debajo de la alfombra.
Limpiamos las paredes
para nuestros amigos,
hasta que el blanco-durazno
se volvió un blanco-hueso
y luego un blanco-blanco.
Encendimos la TV.
Vimos, sin ver, las noticias.
Escuchamos las sirenas.
Luego, más sirenas.
Después, el silencio.
Lavamos la ropa sucia.
Confundimos el sonido
de la máquina
con el de los helicópteros.
El televisor escupió un par más
de mentiras.
Decidimos que estaba listo:
que la casa estaba lista,
que nosotros estábamos listos
para nuestros amigos.
Esperamos largo rato,
sentados en la sala.
Preparamos la casa,
nos preparamos con la casa,
nunca llegaron.


Epitafio

Al otro lado de la muerte
quisiera arder
en una tumba florida,
ver quemarse los insectos
que anidan en mi pecho
y así, de polvo al polvo,
cabalgar el viento,
meterme en los ojos de la gente,
caer en una lluvia de lágrimas
por las alcantarillas,
volver al mar
como el difunto más hermoso del mundo,
hecho de algas y recuerdos,
flotar hasta encallar
en la memoria
de los que quise alguna vez,
y quedarme allí,
como un fantasma,
soñando el mundo
que aún lo habita.


No te creas poeta

No te creas poeta
por llevar una vida bohemia,
por sentarte en los parques
a fumar cigarrillos sin filtro,
porque reconozcas
a Herman Hesse y a Julio Cortázar,
por haber empezado a leerte
el Ulises, de Joyce,
porque compartas tu apartamento
con tres gatos.
No te creas poeta por el hecho
de escribir a máquina,
en una Remington
a la que debas cambiarle la cinta,
por el fetiche
de no alimentarte muy bien,
y enfermarte con alguna
extraña dolencia,
por desnudarte una noche
y aullarle a la luna,
porque en tu cuarto
haya más botellas que muebles.
Y no lo creas si buscas los favores
de una chica,
fastidiándola antes
con tu dolor exagerado,
tú no eres el bastardo
de un mundo incomprensible,
sólo eres el artífice
de tu propio descontento.
Por eso, querido mío,
no te creas poeta,
si pretendes serlo
por aquellas fruslerías.
Dedícate a tu alquimia,
entrégate a tus vórtices
y escribe, incansable,
hasta que sangren los dedos.
Lo que menos importa
es la forma en que vives.
Un poeta no sabe
qué es ser sí mismo,
pues toda su alma
se le va en cada verso.



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John Gómez (Bucaramanga, Colombia, 1988). Magíster en Filosofía y Escritor. Director de la plataforma cultural Alter Vox Media y la Editorial Sátiro. Socio fundador de la Librería Cinicoteca. Creador del Certamen Nacional de Poesía Basura John Gómez 2021. Obtuvo mención de honor en el Certamen Internacional Hacia Ítaca 2017 (Mar del Plata, Argentina, 2017), ganador del 9° Concurso Nacional de Cuento RCN-MEN (2015), finalista del III Premio Nacional de Cuento La Cueva (2014) y segundo puesto en el Concurso Nacional de Poesía Café Con-verso Ciudad de Bucaramanga (2012). Perdedor en infinidad de concursos, premios y convocatorias literarias. Autor de XIII (2019), No te creas poeta (2019), Fantasmas (2020) y Baladas Baladíes (2020). Hizo parte del I y II Encuentro Internacional de Poesía en Bucaramanga (2013-2014), el I Encuentro Internacional de Poesía Emergente en Aculco, Estado de México (2017), el XI Festival Internacional de Poesía de Manizales (2020) y el VIII Festival de Poesía de Fusagasugá (2020). Detesta las mafias alrededor de las instituciones culturales. Sueña con la llegada del fin del mundo. 

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