Donde la ciudad resguarda el esputo. Siete poemas de José Antonio Rosales Bettelli


Al espectro de la ventana

El retrato del insomne hábito,
retorna al epítome del lenguaje:

        A) Justo al otro lado de la hojilla.
        B) Justo en los límites del buzón.

Entre el cuerpo del vidrio
y el contorno del verbo,
la silente crónica
de una página sin escribir
undívaga en los epitafios
como carta sin destinatario
a las miradas a nuestras
T E O G O N I A S.

(Mas, sin embargo)

Dirigida al más fiel adversario:

I
Al ovillo que nos conduce
a la puerta del laberinto.
    (Incipiente, una mirada honda
    de nuestra cosmogonía)

II
Al cenicero colmado
del apocalipsis circunstancial.
    (La distópica historia de quien
    se mira sintetizado por el objeto del poema)
De frente, el prólogo.
Uno a uno.
Cara a cara.

Y los poros en su praxis
son el argonauta
en la crisis de una coma.
            [Por qué]
Al común denominador
            se
            escapa,
los dedos en que descansan
los pájaros,
como paisaje
[Ensimismado]
en lectura continua.

III Astrífero.
IV Neberoso.

Como:
        Neologismo expatriado
        de coeficientes,
        este nómada transeúnte
        en el terruño de los huesos
        sin clasificación (III)

Como:
        tesis,
        hecho fotograma
        calcado
        [consecutivamente]
        en el mundo
        de las ideas. (IV)

La alegoría
de la primera persona…
Si en braille
un elemento {Paisajístico
imprime el panorama
        [Des configurado.


Necropsia modular al crepúsculo

A tres tercios
de la cuartilla
de un alma.
            [Aleatoria,
            obturando la realidad del reloj]
El prólogo de la vida
pasa una página de noches,
enumerando un índice
en la osamenta de la ciudad
            [Poblada
            por
            palabras.


C O N S U M A D O Poet

La ociosidad de hurgar
un rincón de tiempo,
y encontrar
            [Punto tras punto]
el estallido de un viernes
            (Negro)
migrando los huesos
de un país que nacionalizó
al alma por el alba.

Peldaños
    de
        suturas.

Tan sencillo es medir
un prólogo de corredores
obstruidos por cantos
de ballenas/
Difícil omitir
el silencio del paisaje
consumado en un balcón
sin tripulantes.

P O E M A S {Muertos
Soldados
por la doble lectura,
P O E M A S {Mudos
en el idioma de un sarcófago.

Las cenizas de un cuaderno
            [Ardido
desmantela la historia
            del (Anti) héroe,
y vi lo que aún
no había podido ver,
A R D E R, como alcohol
un poema gravitatorio.

Sin terrazas.
Sin literatura apetecida
por la clandestinidad
al monopolio del sujeto.
Vi (Arder)
como
la pausa de un verso,
al objeto transitorio.


Desmantelando al ombromanie

Asciende por
el primer escalón,
[Bajo] la dirección
de un antónimo
a la sombra tejida
con el vaivén
del abanico:
            (Como los escombros
            postergados por el horizonte
            aullante, en los graznidos
            de un titiritero
            menguando al destino)

I La sombra moribunda
que se arrastra
            [Hasta la ventana.
La sombra que
se mudó de la
muerte fiel.
            [Como los perros
            de un pueblo inhóspito.

A “regañadientes”
su tránsito persecutorio
despoja {la soledad
en un transeúnte
corroído por la
muda memoria
del legado
al dios del veneno.


Donde la ciudad resguarda el esputo

La mirada alienada
        [A un planisferio
            sin voces]
al dogma de la historia
con permisible rotación
Al cúmulo de óxido
T R A N S P O R T A D O
al a priori de la extinción.

HomoTerrestri:
            Buitre ondulante
            bordeando la escena
            de un crimen furtivo
            con la pausa
            de una lectura en que vaga
            la intención “supraterrestre”
“Imagino a posteriori, la punzante novela distópica precipitando a todas las áreas una quimera de concreto exiliada del cartón”.


La vela que incauto el palto

A P Ó S T R O F E,
tus cuerpos roídos
sobre el palto,
y en legitimidad
del caso vocativo
“Huraña”
la ombromanie
sombra que ilustró
al objeto inanimado
en este vomitivo
humor vítreo,
        [Sobre lienzos]
cuyo jornero:

I Es un rincón parpadeante
de solicitudes,
        [Como austero morfema]
al bisel de sus fórmulas
en las mecánicas
de la lengua
per culto consagrado
al rito endémico
de carnes hecha episteme.


Propaginem

Se han figurado
            [las brazas]
en nómadas formas,
un cántaro precipitado:

            El aliento del asfalto
            al culminar las barras
            en los engranajes
            del viento que en velas
            incautó su encendido.

[Siglos de rotos botones
per planisferio
autónomos de cartas
en un cuerpo que exilio
            (EXTINGUIR)
Las tintas indelebles
que un viejo libro subrayó,
al librarse las celdas
de su rostro].



©Nicolás Abba Romero, 2022.

______________
José Antonio Rosales Bettelli, J Rosbett (San Cristóbal, Venezuela 1992). Artista integral y promotor cultural. Miembro de la Asociación de Escritores Hispanos (AEHISP) y de su revista digital Litterae, así como representante de Pulsión Poética. Ha publicado Epítome a los breviarios de una noche (Ediciones JBernavil, 2022) y en varias antologías de poesía alrededor de Latinoamérica; asimismo, ha colaborado en diversas revistas de artes, tanto impresas como digitales, como por ejemplo Pulsión Poética, Re-lente y Noktívaga.

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