Segundo cuarto: lágrimas y risas
Alejandro
Ortiz
El
telón descendió
El
público calló
Una
ola de estupefacción
A
todos y a cada uno rodeó.
En
la angosta tarima
Quedó
llorando la niña
La
sangre emanaba de él
Una
escena sátira y cruel.
“El
show debe continuar”
Dijo
el director al reaccionar
“Sáquenlos
rápidamente de ahí”
Y
así lo hicieron sin replicar
Desencantados
de una triste realidad.
Al
levantarse nuevamente el telón
Todo
parecía una simple alucinación
Sonrisas
forzadas hicieron su aparición
Y
poco a poco la alegría al aturdimiento suplantó.
En
un sucio, frío y oscuro cuarto
La
pequeña niña a su padre derramaba llanto
“Ay,
papito, papito querido, por favor abre tus ojitos”
Balbuceó
entre sollozos el tierno angelito.
Segundos
eternos transcurrieron en derredor
A
lo lejos se escuchaba el desesperante clamor
A
los oídos del fantasma llegó
Y
arrepentido su cabeza agachó.
Fantasma
musical, fantasma despiadado
A
una niña mucho dolor causaste
Sin
ser culpable de mal alguno
A
una chica huérfana dejaste.
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