Canción rota

Alberto Avendaño



Embriágame de tus pecados
que yo te embriagaré de los míos.
Mientras la lluvia lava los viejos barandales
tocaré tus pechos
y brindaré por los que antes de mí
disfrutaron tu cuerpo. Besaré tu vagina
aquí en plena calle, los tenues candiles
nos delatarán en sombras. Te acariciaré las nalgas,
las piernas, el vientre, a la par que nos vemos
reflejados en charcos. Tus pecados
anteriores no serán competidores para mi falo.
Las mujeres del pasado fueron el entrenamiento
para tu llegada. Desnudos entre las calles correremos
gritando que nos amamos. Ya puedo oler la ciudad
con aroma a nuestra unión, ya puedo ver los periódicos:
"Enloquecieron, los amantes enloquecieron".
Embriágate de mis pecados
que yo velaré por los tuyos.


Sin derechos. 



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