Perfección líquida. Seis poemas de Matías José Morales
Zancudos
Solución: sácame las uñas
para sentirte mejor. Escupiré
media hora de luna sarnosa
en la dieta ayursádica. Incorpora
azul completo eléctrico: calostro
y hojuelas de cal. Estrellas de helio
sincero, citas del pensador coreano de moda:
“Respeto es tomar distancia”. Capricho al final
de una rama, flores de espiral vórtex
hechas mierda en el suelo. Sudor añejo
en la cama. Realización espiritual, indiferencia
al contexto donde arruinas tu vida
o al baño público donde las tías del aseo
tienen sexo. Acepta la adrenalina:
una amiga que transforma todo
en gesto honesto.
Madre
Te beso la frente
salada / eléctrica / bendición
de cobra / nuestra ropa
se confunde
con lo fome del contexto / patrones
arábicos rodean
el cariño / de sangre caliente / somos
bolsas que sienten / y
lo siento / madre
te he olvidado / bigotes son
blancos / la cara triste
de engaño / mira el final / de tu seno
arrugado / pon tu mano
en mi cuello /termina
tu trabajo / envenéname
luego.
Perfección líquida
Ojos de agua, luz
y un componente secreto
que lucha contra la descomposición
de su estructura.
Un cuerpo desnudo flota
en el basto negro profundo
de una idea
que impulsó la filosofía del siglo veintiuno.
Transmutar mentiras en energías
superiores a la clorofila llevada
en plumas de aves rapaces.
Perfección líquida:
impulsar bacterias devuelta al sol.
Proyectos a temperatura media.
Juntar los pies si hace frío
y odiarte en lo tranquilo del páramo
si hace calor. Un olor a estrellas
podridas fluorescentes
pegadas al techo.
Pon tu espalda en mi estómago
y dame la razón. Cuéntame una historia
que termine con la adoración al mar
si miro detalles pálidos
o indigestión al expirar indiferencia.
Respira conmigo mandalas asesinos:
que se evaporan al juntar las bocas.
Humecta la tierra y bésame el planeta entero.
De nuevo, bésame el planeta entero.
Mírame fijo desde lejos, y pon
un vaso de vidrio en mi pecho
escucha el idioma que hablan
lágrimas en el futuro.
(Poemas de Polución nocturna).
Síndrome de Diógenes moderno: información vacía sobre el resto
Eras hermosa, la mejor
planta de jarrón
carnívora en el prado
Inteligente ser inmóvil
que logra comer moscas
Eras hermosa, y no dependías
de la calidad del maquillaje
en tus caretas sociales, ignorante
(o tal vez, por qué no, hábil
fabricante) de la maldad
a tu alrededor luciste las pútridas
compañías innecesarias en la urbe
Eras realmente perfecta:
nube negra con agua bendita
sobre una cárcel del hemisferio sur
Bailar a tu lado, fue rondar el bosque
junto a ballenas disecadas
en la playa de los enamorados
Eras hermosa, hasta
que alguien te lo dijo.
Adiós nuevamente
Si algo hay de acero
en el hecho que te fueras
es que no volviste
Y eso me da —resonando
bajo el macabro recitar
de los insultantes cacareos
lanzados por aquellos animales
con el pico
en la boca, y sus garras
sobre todo—
tranquilidad
¿Qué tipo
de falta de respeto
es esa
que no ofende?
Bazar
1:2
Una mano rasca
lo que parece tu espalda y la bolsa
de manzanilla se destiñe en el agua
Abre la cortina y deja entrar
a los vecinos, el calor
es una forma de juntar lo duro
del talón y tu mandíbula. Ayer
llegó esa aspiradora sin pega
y dijo que el cuerpo deprimido
se dilata entre comidas, pero que sostiene
una bandeja con canapés
en todo momento
1:3
Un hombre cobarde
busca mujer cobarde
para tener hijos cobardes
y luego nietos cobardes
antes que
sus vecinos
1:1
Le hice zoom
a la parte roja de tu cuerpo
y parecían pétalos de rosa
bañados en sangre, la intención
hizo que el bosque se enojara
con la cabaña. Una bruja se mete bajo
la frazada y duerme hasta
que se lo digas al oído.
(Poemas de A.M.O.R.)
©Jasmine Roth. |
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Matías José Morales (Talca-Chile, 1988). Poeta, plomero y psicólogo. Ha colaborado con revistas digitales y publica sus poemarios en el blog www.reflejosmorales.wordpress.com
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