Dos poemas de Leonardo Cardona García


Llagas

Llagado de su sonrisa
ya no va a dolerme el mar,
porque conocí la fuente.
Gilberto Owen.


Tantas veces he caído en tus discursos cuando llagas
                        sombra del mar.
Tropieso en tu nombre sin lograr repararme
te hundes en mi cuello bufanda de hirvientes espinas
collar de palabras que atan,
sosegada y escasa voz.
En lo que deduzco sólo balbuceo;
esperas calentar mi timbre entre cada madeja trasparente,
espero que ciñas un poco menos tu acento
que viene tildando nuestras diferentes ideas
soplas la excepción en un diafragma que no dirime lo aún percutible.

                Sombra pasajera
en espasmos te detienes a descansar,
descuelgas el atinado zureo
canturrido almidonado para mi oreja entreabierta.
Crees que creo
creo que ya no crees;
alcanzo tu mano
mientras se bifurcan          y          pentafulcan unívocos pronunciamientos
lo entretenido de las dicotomías es su parquedad.

Permanezco creciendo en tu pozo
                    sombra teñida de tormenta,
musitar la madriguera de ayer no conviene
            pues deseo que al menos tu omisión sea
                            el ruido que me haga espuma.


Ni retorno

Y fue así como todo fue cumplido, 
como no debiste preguntarme;
fue así como se hizo innecesario responderte…
José Carlos Becerra.


Empezó como una ampolla,
por pensarte tanto
cuando carecía de ti por completo.

(Supongo que es otra forma de traicionar la cordura
                en un presente sin tus trazos,
esperando que alguien ceda a la intención:
                   soñar,
                      la segunda oportunidad del error).

Pronto se convirtió en un tumor extendido
                        en la rueca emocional,
durante las horas de ayuno involuntario.
Mis labios huérfanos
esperaron en la puerta con un ramo de alientos,
                desteñidos un desierto adoptó su cuna.
¿Cómo retirar la
costra de la espalda?

Despacio escapaste tras el muro,
                        ofuscada por la luna.
Me despedí antes que el
                duelo cubriera tu sombra.
                        Posdata:
Fuera del amor no te conocí.
Tan amarrado a una ilusión
me perdí en mi reflejo proyectado en tus pupilas
y no vi ni tu cara.
En los laberintos
las advertencias fueron parte del paisaje.
Del camino descubrí una certeza:
       te desconozco peor que la palma de mi mano.


Antonio Beneyto, "Serie de dibujos con llagas 07", 2011. 

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Leonardo Cardona García (Jerez, Zacatecas, 1994). Lic. en Psicología por la Universidad Autónoma de Zacatecas. Participante desde 2018 en el taller “Creación y crítica literaria”, coordinado por el poeta Juan José Macías. Asistente en diversos talleres virtuales durante los pasados años pandémicos. Autor de los prólogos para Cantera al vuelo (Dr. Arturo Gutiérrez Luna, 2021; Entre Texturas Editores) e Ingenio memorioso. Antonio Acevedo Escobedo en su crítica (Dr. Arturo Gutiérrez Luna, 2022; Entre Texturas Editores).

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