“Fieras”, de Aldo Vicencio
abrasada cancha de lienzos floridos
la verticalidad vencida
un amarillo más amarillo
amar es consumir tierra
estatua sin rostro, una cortina se abre
el liquen escondido
las corrientes fijas, platicando musgo
aquí puedo caminar y guardar en mi cabeza un punzón afilado de orquídea
le llamo resolana, le llamo insolación
una madriguera saturada que tiembla entre mis ojos
abre-cierra tu lagrimal de sangre mental
abre-cierra la mandíbula con riscos caninos
una palabra sin párrafo, ni oración
daga de dragón dormido, revelación,
prisiones en la ausencia profética
las corrientes fijas, platicando musgo
aquí puedo caminar y guardar en mi cabeza un punzón afilado de orquídea
le llamo resolana, le llamo insolación
una madriguera saturada que tiembla entre mis ojos
abre-cierra tu lagrimal de sangre mental
abre-cierra la mandíbula con riscos caninos
una palabra sin párrafo, ni oración
daga de dragón dormido, revelación,
prisiones en la ausencia profética
estar aquí no es habitar
sino lapidarse entre la sal de cada muerto
estar sentado en la vieja silla de amate, es escuchar escribir a las aves
pico tras pico en olas pardas
que desplazan la imagen hacia los muslos y los glúteos
detalles impresos en una visión de alfabetos alterados
cada letra está en el lomo de un zagal desconocido
2
Dios es un hambre no saciada
y vuelvo siempre a su nombre
para hacerme ovillo en el níquel tartamudo de sus sacerdotes;
y los reinos de todos sus hijos resuenan en la madrugada
con pequeñas bocinas alcoholizadas
que despiertan balas sobre las espaldas de los ángeles
[estabas aquí sentada y libre de las nubes
no siendo una distante idea
sino la Cíclope abierta de un joven Sol]
sino lapidarse entre la sal de cada muerto
estar sentado en la vieja silla de amate, es escuchar escribir a las aves
pico tras pico en olas pardas
que desplazan la imagen hacia los muslos y los glúteos
detalles impresos en una visión de alfabetos alterados
cada letra está en el lomo de un zagal desconocido
2
Dios es un hambre no saciada
y vuelvo siempre a su nombre
para hacerme ovillo en el níquel tartamudo de sus sacerdotes;
y los reinos de todos sus hijos resuenan en la madrugada
con pequeñas bocinas alcoholizadas
que despiertan balas sobre las espaldas de los ángeles
[estabas aquí sentada y libre de las nubes
no siendo una distante idea
sino la Cíclope abierta de un joven Sol]
3
R U I N AS
T R A S E L M O N T E
L L A N O E R G U I D O
un cuerpo que baja desde el agua suspendida de los pájaros
cáncer en la Luna, no conjunto, sino abrasión que se expande
sobre los sahumerios de tejedores asustados
el primer emplazamiento es un devorador de colores
el ladrillo martilla la sangre blanca de los cuerpos bordados que se precipitan
una señal de rastros que vengan a ser dientes para preñar granos
la cruz a lomos
prado estrangulado
[estoy cortado entre el aire que llaman caridad]
nave de escaleras
nuncio de la caridad hendida
[soy la impaciencia de la voluntad vacía,
el desdén de un santo colgado de sus palabras sin carne]
estamos sorbiendo madera muerta
mientras resuena la pradera
4
sin boca la masa de emociones
se estrella
se estrella sobre las manos
precipitaciones de luciérnagas
estrellas
estrellas
encierro de vocales
para dirigir y demandar
dirigir las demandas de una personalidad egoísta
sobre los rollos de los brazos
pupa
laceraciones
el carmín entintado de rey
el camino de un jardín regado
lacerar al pequeño monarca
su hambre sin Dios
su hambre de ira
el chacal volteado mirando vacío
sobre sus patas el rey escuálido
R U I N AS
T R A S E L M O N T E
L L A N O E R G U I D O
un cuerpo que baja desde el agua suspendida de los pájaros
cáncer en la Luna, no conjunto, sino abrasión que se expande
sobre los sahumerios de tejedores asustados
el primer emplazamiento es un devorador de colores
el ladrillo martilla la sangre blanca de los cuerpos bordados que se precipitan
una señal de rastros que vengan a ser dientes para preñar granos
la cruz a lomos
prado estrangulado
[estoy cortado entre el aire que llaman caridad]
nave de escaleras
nuncio de la caridad hendida
[soy la impaciencia de la voluntad vacía,
el desdén de un santo colgado de sus palabras sin carne]
estamos sorbiendo madera muerta
mientras resuena la pradera
4
sin boca la masa de emociones
se estrella
se estrella sobre las manos
precipitaciones de luciérnagas
estrellas
estrellas
encierro de vocales
para dirigir y demandar
dirigir las demandas de una personalidad egoísta
sobre los rollos de los brazos
pupa
laceraciones
el carmín entintado de rey
el camino de un jardín regado
lacerar al pequeño monarca
su hambre sin Dios
su hambre de ira
el chacal volteado mirando vacío
sobre sus patas el rey escuálido
—dime dime dime dime—
como caer sentado
escucho
y las entrañas me gritan
un escombro de luz
escarbar el agua
escombrar las gotas
¿qué es escuchar?
un uno un uno un uno
un h u n o
y la piedad se tuerce
el oro sin magnificencia
la llaga sin atravesar
lanza de dígitos
Carmina
no hay linajes entre los sueños
los valles enquistan
5
nada se mueve
mancha del agotado mediodía
desde abajo/mirar(te), airosa
posada del lino, una sandalia dorada, el estío en la boca
[el momento en que la piel emerge de la muerte
confirma la voluntad de la forma para resistir y germinar entre la luz
y ser el volumen de una santidad geométrica]
sostén de triple arista,
la escala que asciende y desciende
la memoria de una pared blanca
el azul hueco que la enmarca
oscuridad y oquedad, una silueta inmóvil
la rama de cuencas vacías bajo un cielo de nubes siempre cerradas
esa estaticidad que sostiene la boca de los absolutos porosos de los nombres
y tú hilas las manos, ya no te miro,
eres la que observa
y yo soy el visto, me trasvaso en un gemido de profundidad conventual,
de lleno,
hasta el drama de la Luna fingida en la piedra
6
mar de hojas y castañas
aire vegetal, olas de invierno
rojo agazapado
la campana involuntaria
entre los ciclos de la vida,
eso tan inevitable
como caer sentado
escucho
y las entrañas me gritan
un escombro de luz
escarbar el agua
escombrar las gotas
¿qué es escuchar?
un uno un uno un uno
un h u n o
y la piedad se tuerce
el oro sin magnificencia
la llaga sin atravesar
lanza de dígitos
Carmina
no hay linajes entre los sueños
los valles enquistan
5
nada se mueve
mancha del agotado mediodía
desde abajo/mirar(te), airosa
posada del lino, una sandalia dorada, el estío en la boca
[el momento en que la piel emerge de la muerte
confirma la voluntad de la forma para resistir y germinar entre la luz
y ser el volumen de una santidad geométrica]
sostén de triple arista,
la escala que asciende y desciende
la memoria de una pared blanca
el azul hueco que la enmarca
oscuridad y oquedad, una silueta inmóvil
la rama de cuencas vacías bajo un cielo de nubes siempre cerradas
esa estaticidad que sostiene la boca de los absolutos porosos de los nombres
y tú hilas las manos, ya no te miro,
eres la que observa
y yo soy el visto, me trasvaso en un gemido de profundidad conventual,
de lleno,
hasta el drama de la Luna fingida en la piedra
6
mar de hojas y castañas
aire vegetal, olas de invierno
rojo agazapado
la campana involuntaria
entre los ciclos de la vida,
eso tan inevitable
estar dormido o despierto es irrelevante
soy masticado por las hiedras
columnas crujiendo entre palmas
solo bosques, no hay valles
la criatura sacrificada
en un río de flores salmón
fruto claro que ofrece la oscuridad
el viaje de astas
las marcas de un viajero
embestir la fijación, ciruelo de manos
un páramo corre
la tormenta arrulla;
soy masticado por las hiedras
columnas crujiendo entre palmas
solo bosques, no hay valles
la criatura sacrificada
en un río de flores salmón
fruto claro que ofrece la oscuridad
el viaje de astas
las marcas de un viajero
embestir la fijación, ciruelo de manos
un páramo corre
la tormenta arrulla;
siempre nacemos en la lengua de un animal que abrasa
el rostro de la redención es la charca donde afila sus dientes el Sol
Aldo Vicencio (Ciudad de México, 1991). Poeta y ensayista, estudió la Licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fundador del colectivo Naufragio. Es autor de Piel Quemada: Vicisitudes de lo Sensible (Casa Editorial Abismos, 2017), el videolibro Anatolle. Danza fractal (El Ojo Ediciones, 2018) y Púlsar (Ediciones Camelot América, 2019). Su obra ha sido publicada en diversas revistas literarias, como Punto en Línea de la UNAM y Tierra Adentro (México); Digo.Palabra.txt (Venezuela), Agradecidas Señas (Estados Unidos, México, Europa), La Ubre Amarga (Bolivia); Buenos Aires Poetry (Argentina), Santa Rabia Poetry y Kametsa (Perú); Una verdad sin alfabeto (El Salvador); Cinosargo (Chile), Low-Fi Ardentía (Puerto Rico), El pez soluble (El Salvador, Guatemala, Panamá y Costa Rica); Oculta Lit, penúltiMa y Zenda (España), entre otras. Ha sido incluido en las antologías Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana (Lord Byron Ediciones, 2016), Nido de Poesía (LibrObjeto Editorial, 2018), Luces tras la cortina (Ediciones Kametsa, 2022) y Entalpía. Muestra de poesía. Ciudad de Morelia, 2022 (Primer Festival de Poetas Jóvenes: Michoacán escribe, 2022). Ha participado en diferentes festivales y coloquios sobre poesía y literatura.
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