Sueña

Eduardo Troncoso Espitia

                           

Te encuentras en este sitio, en este momento, en ese lugar especial donde las horas no transcurren y los minutos se convierten en días, semanas, años, vidas, vidas que no viviste pero que las sueñas y las sientes como tuyas, eso es lo que deseo y deseamos todos los humanos, el vivir más vidas porque la que tenemos es fugaz, es sólo una, pero al estar frente a eso que no puedes alcanzar lo sueñas mucho más, ridícula suposición en la que caemos todos, en la de imaginar que podemos tocar las estrellas levantando la mano.

Es imposible el vivir más vidas que la que realmente te corresponde, por ese motivo es más mágico el poder entrar en otros cuerpos, en otros mundo y ver en carne viva lo que sufren, sus desdichas y sus alegrías; soñar es parte del ser humano como el miedo a lo desconocido, la aventura, el odio, la guerra, es algo que no es posible cambiar, por eso me parece ridículo la sociedad actual donde ven al soñador como un estúpido y un fracasado, donde las carreras donde más se debe soñar e imaginar lo imposible son menos preciadas, me parece algo completamente ridículo porque la sociedad es enteramente hipócrita, menosprecian al soñador que tienen en frente e idolatran al que logró sus sueños, sólo te aplauden cuando estás arriba y te rebajan cuando quieres ascender, te ven como bicho raro y sin ninguna utilidad aun cuando su vida está formada por sueños e ilusiones menos importantes, las aprecian y las ocultan con recelo; por eso me dan risa y lástima a la vez, no son capaces de mostrar sus sueños con orgullo cuando es una de las pocas cosas que realmente les pertenecen.

Esto, más que nada, es un consejo, y no lo tomes como algo de superación personal, porque no tiene nada que ver, simplemente es algo que ya tienes adentro y lo has olvidado, algo que sabías perfectamente cuando eras niño y que olvidas al crecer, tan sólo recuerda tus juegos de antes, como veías un mundo diferente y te tomabas el juego tan en serio que cuando salías de la ilusión de terminar tu juego te dolía, no un dolor físico, sino un dolor un poco más adentro, en tu alma, al desprenderla de esa realidad que terminabas de confeccionar. Eso es lo que les falta a muchos adultos o a muchos que se creen adultos: el abandonar la seriedad de sus sueños e incluso el creérselos, cualquiera que aspira a ser grande en cualquier área sabe esto y si no lo sabe es capaz de hacerlo inconscientemente, el hombre no logró volar hasta que un par de visionarios lo imaginaron y llevaron a la realidad su sueño, tienes un auto porque otro loco quiso eliminar los caballos que tiraban las carretas por un motor impulsado por combustión interna, tienes tu computadora porque un grupo de locos quisieron que éstas no midieran lo mismo que el largo de  una casa… así podría estar todo el día y no terminaría porque el mundo es de quien se arriesga, pero antes de eso debes soñar y poder vivir más de mil vidas. 

Olivier de Sagazan