Tus ojos
Humberto Mayorga Teyes
Salvas la mañana clara de
aquellas nubes que anuncian melancolía. Me quedo con tu luz en el oscuro
silencio de mi habitación. Tu mirada extraviada resuelve el miedo, se dirige a
mi pecho. Busca refugio. El único lugar donde el tiempo permanece dormido, sin
vida.
Tomas las
palabras y las viertes en mi boca. Emergen. Buscan salida. Encuentran el camino
en la lengua. Se traban, se reúsan. Viajan por tu garganta. Se descubren en un
beso. El beso de eterno retorno: habla, susurra, observa, grita los silencios.
Las palabras se enredan. Bailan las oraciones breves en los labios para gritar
de una vez, con todas las fuerzas de lo callado en siglos de existencias: “Tú
eres el día a través de la pupila”.
Fotografía tomada de: http://cultura.elpais.com/cultura/2013/09/11/actualidad/1378897608_414719.html |
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