Breviario de bestias baratas. Siete poemas de Miguel Cázares

Encamados

en el bosque de tu habitación
rugimos fieros
impacientes de carne

Somos osos
que nos rugimos
que nos rogamos

Que nos arañamos
con garras suaves

Que nos besamos
con el hocico rabioso

No contenemos la respiración
ni los gritos

Ni el sonido de nuestros cuerpos
en explosión bestial

Nos encamamos
juntos
en invierno

Para nosotros
el frío es un mito

No dormimos
pero nos soñamos sin pelaje

No comemos
pero nos devoramos sin piedad

Y en primavera nos separamos

Cuando olemos otras mieles

Cuando otros pelos nos calientan

Cuando otros hocicos nos muerden

Porque al final
somos osos
y nos buscamos
cuando tenemos hambre.

Poema vertical de lobos con historia interna de perros

      ¿Que se fue la perra esa?
       Buena suerte, ojalá en tu nueva casa, haya
        té para beber en la mañana y las mejores croquetas para comer por la noche.

          Ojalá te mimen y te regalen una bonita casa en el patio,
                   roja, es tu color favorito ¿no? Ojalá el
              emigrar de esto, que te encanta
        llamar salvajismo
          valga todo sufrimiento
            aparente, como andar por ahí con una correa o no poder cagar donde te dé la gana.

        En este estado, todo lo que te puedo desear es
        suerte.

      ¿Qué clase de cabrón sería si te deseara otra cosa? Quisiera
  desearte sufrimiento, que por
      una vez lloraras, que te retorcieras y te
   atragantaras con un puto pedazo de hueso. Pero soy un
               perro noble, o eso me gusta creer.

A veces pienso que no podría ser adoptado en una casa bonita,

       alguien podría llevarme a su hogar,
         alimentarme y mimarme.

                   Lamentablemente, no soy de esos perros bonitos y mansos
    que te llevarías a tu casa, eso nos quedó muy claro, puede que de pronto te
          muerda la mano, te aseguro que sería solo en juego, pero sigo siendo un
     perro y las mordidas siguen doliendo, aunque sean con buena intención.

¿Ya qué?

        Me complace mucho que tú sí seas de esas bestias,
                           una más civilizada y consiente de su entorno,
                       una bestia incapaz de dejarse llevar por su instinto animal. Aunque,
      alguna vez, te hayas convertido en una fiera mientras jugábamos entre calles
           llenas de suciedad, en los baños de la perrera o en el yermo baldío que era
                        mi apartamento. Y mira que me gustaba mucho tu faceta de perra
                                                                          que fueras tan salvaje como yo.

                                    

                                   Pero bueno, mi amor, creo que ya aullé demasiado
                      y como dijeron por ahí, la suerte está echada,
                             que tu querido dueño disfrute de la mentira de su título
                                                                       por lo menos el tiempo que le dure
                                              y si decides, un día, volver a lo salvaje
                                                      búscame
                    que yo estaré vagando por las calles
                        oliendo la cola de alguna otra perra
                                o descansando entre la mierda.

¿Se imaginan a dios cogiendo?

Palomas

Palomitas

Pájaros

Pájaros que son palomas

Palomas que tienen pájaro

Hombres que son pájaros

Pájaros que tienen pájaro

Dioses de hombres que son palomas que tienen pájaro

            Y que lo usan para preñar vírgenes indefensas

Pescando

Soy como un pez que se ahoga en el agua
por no saber beberla.

Uno que muere por falta de pericia en la natación.

Tragué tanta agua cuando lo intenté
que el estómago se me hinchó hasta reventar,
de esa explosión
salió un mar de tripas,
sangre
y agua mal bebida.

Soy un pez,
pero en el mejor de los casos
debí nacer con plumas o con patas,

patas para bailar o plumas para escribir,
pero con aletas no,
como un pez definitivamente no.

Pues flotar todo el día panza arriba
y llevar la dirección de la corriente
cualquier otro animal lo puede hacer igual de bien.

Hubiera quemado los poemas malos

Era bueno el poema
lástima de pérdida
lástima de memoria.

Luis Rogelio Nogueras

En el escritorio me esperaba un dragón
era hijo de un mago
bueno
más un muchacho
con complejo de mago

Bufaba
gruñía
mordía
quemaba
y quemaba bien fuerte

No sabía qué hacer con él
Ya no hay muchos dragones por aquí
por eso no lo quería matar

En serio

Pero no lo podía poner en el libro
se hubiese comido a los otros animales
Y no lo podía poner en un libro de puros dragones
            porque dragones salen bien poquitos
nunca terminaría un libro solo con dragones
ya nadie escribe de esos.

Mejor lo borré
lo masacré con una goma
y las hojas las tiré a la basura

Pero quiero hablarles del dragón
que lo imaginen:

Poderosas garras para apretar el absurdo
alas enormes para sobrevolar la expectativa
dientes y fauces potentes para tragar ideas de detractores
escamas tan resistentes que ninguna crítica les penetrarían

Era enorme
medía cuartillas y cuartillas
y olía a azufre, comas, dolor y triunfo

.

.

Me habría encantado que lo leyeran

.

.

Pero habrían pensado que no era mío.

Caninos II

Aquí debería ir un poema que me dejaron de tarea
pero los muy perros terminaron tragándoselo

Manual del Carnicero Surrealista

Hacer un poema bonito no es difícil.

Juntas varios animales retóricos,
los cortas en pedacitos,
las partes más estéticas las pones a secar,
la pedacera restante, cocínala.

¿Qué partes son las bonitas?,
eso depende del mercado.

Pueden ser las delicadas metáforas de las yeguas,
las INMENSAS hipérboles de los elefantes,
el culo del pavorreal.

La lista sigue y sigue,
cambia según la estación del año,
las películas de cartelera,
o el poeta de moda de los intelectuales inmamables.

¿Corazón y cerebro?,
damas, caballeros,
eso siempre ha sido menudencia
y en estos tiempos se usan
solo como excusa creativa.

Cuidado con el uso de animales en peligro de extinción
o que puedan afectar a la sensibilidad del lector,
la gente enloquece y los protege
el tiempo suficiente para que abunden de nuevo
y puedan volver a cazarlos o ya no los hagan llorar.

Una vez con todas las partes necesarias,
amalgámalas bien,
enrédalas,
mézclalas,
fúndelas
y métele un chingo de verbos en imperativo.

Aprovecha que estamos en el dos mil equis,
aquí el revolverse ya no es difícil.

Ya con tu hermoso espécimen
acude al mercado,
al bazar
o a una lectura a micrófono abierto.

También lo puedes ofrecer en redes sociales,
con tus amigos,
o en una revista digital.

Presenta tu hermosa creación,
regodéate,
eres el más grande carnicero
el mejor artista del medio.

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Y si a nadie gusta tu bestia,
o mejor aún, si a alguien disgusta,
sonríe y di:

es un chiste, ¿no lo entendieron?

Miguel Cázares Solorio (Uruapan, Michoacán, 1995). Uruapense de nacimiento, moreliano de corazón. Terminó la licenciatura de Químico fármaco-biología en la UMSNH pero no se ha titulado. Ha asistido a diversos talleres literarios y quiere divulgar ciencia. Le gusta la música como a todo el mundo, la cerveza como a la mayoría de las personas y mandar poemas a concursos, aunque no gane nada.