Primavera mía

Pamela Rodríguez

La primavera siempre quiere embelesarme en sus redes hechas de flores vibrantes, le gusta seducirme en un cálido atardecer donde yo, cohibida, me aferro a la sombra de los árboles. Mirando cuán estética hay entre los diferentes tonos de colores que adornan con avidez el jardín de mi abuela, me dejo encandilar por la gélida brisa que sin descaro besa mi piel descubierta y me pone los vellos de punta. Las caléndulas atraen mis ojos que se dilatan cual gato y me contagian las ganas de vivir con vehemencia. Atesorando cada segundo que me regala el tiempo, bañando las noches solemnes en oro y adorando que la madrugada sea cómplice de mis locuras. Esta es la temporada donde yo sin vergüenza me adueño del cielo que son endulzadas por las nubes. La llovizna cae de las nubes densas como si de arreglar las grietas del suelo se tratase, veo con destellos de estrellas los niños reír bajo el umbral de las casas, haciendo de este momento un recuerdo inolvidable. No sólo para ellos, también para los transeúntes y la mirada soslayada de la primavera, que captura siempre las mejores sonrisas y las hace suyas. Adoro la primavera, ni tan cálida ni tan fría. Hecha a la medida para encajar en mi rompecabezas. Añoraré con ojos destilados de tristeza sus saludos que despeinan mi melena, extrañaré las melodiosas tardes en donde me canta al oído, pero más sus inigualables recuerdos que me regala con amor y que me hace sentir reina del jardín de mi abuela. De tal manera agradezco que jamás me haya dejado el corazón en añicos así como el invierno y el verano. La primavera es la exquisita fragancia que quedará impregnada en mi alma en cada estación. Que sepan todos que le pertenezco a las flores y a la tierra mojada, que soy de manos frías y de sonrisas deslumbrantes. Que mi hogar está en los dulces brazos de la cálida primavera.

Eterno sueño de primavera, Romina Hereñú.
De la colección “Búsqueda interior y Retratos del alma”.
http://www.fundacionbica.org.ar