Cinco poemas de "Epigramas" de Jesús M. Koyoc Kú
I
Te
escribo estos versos, Gisela,
desde
el anonimato de tu partida,
esperanzado
de que en algún momento
puedan
escalar hasta El Cielo
a
la diestra tuya
para
posarse arrepentidos frente a tus ojos.
Muy
seguramente tu indulgencia infinita
comprenderá
que te escribo
para
retractarme de mis palabras
y
creer que eres Alguien:
que
eres, al menos,
a
quien van dirigidas estas líneas:
así
podrás decirles a nuestros amigos
que
al menos eres la inspiración para un donnadie.
III
Te
regreso, Gisela, las letras que me escribiste.
No
se te vaya ocurrir que algún día
quieras
regalarlas a alguien más
y
no las tengas a la mano,
que
tengas que pasar la pena de pedírmelas.
No
vaya a ser que ya no las encuentre
desperdigadas
entre toda la basura
–o
peor aún:
que
te regrese unas que no son de tu autoría.
V
Después
de leer
tu
poemario tan anunciado,
publicado
en papel de pan
–como
le llamas o le llamabas–
decidí
que me gustaba más
cuando
daba sombra.
VI
Recuerdas
cada vez
que
ves a tus amigas y amigos
que
tú me hiciste el poeta que soy
–que fui.
Yo
agradezco
a
mis amigas y amigos
perdonarme
todos mis yerros
–incluso los peores.
VIII
En
un alarde de valor
decidiste
que debíamos
meter
al tigre en la casa.
Poco
te preocupó de qué viviría
o
en dónde echaría el cuerpo
todas
las mañanas.
Incluso
olvidaste que aún
estando
en la casa
el
tigre debía alimentarse.
Poco
a poco fue acabando
con
las horas alojadas en nuestras sienes
con
el pasto de los recuerdos
con
el arroyo del que bebíamos durante el sueño.
Al
paso de las semanas
el
tigre se apropió de la casa:
arropó
la cocina con sus ojos
buscó
agua en la regadera inservible
rasgando
los días que nos había robado.
Encerraste
al tigre –solo,
pudriéndose
entre tanto y tanto amor.
Le
dejaste las llaves, incluso.
Al
momento de cerrar la puerta
por
aquella vez que también fue la última,
mientras
el tigre gruñía de hambre
me
escupiste en la cara:
nunca
entendiste
que
para esto también
se
necesita mucho valor.
Jesús M.
Koyoc Kú (Cancún, 1992). Ha publicado en medios virtuales e impresos, como Simulacro, delatripa… narrativa y algo más, Blanco Móvil, entre otros. Ganador del II Concurso de Cuento Corto
por la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY. Co-fundador de poemínima editorial y Efecto Antabús, de reciente creación. Participante de la
antología Después del viento. Trece
homenajes a Jesús Gardea, convocada por la editorial Aldea Global y el
Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes Jesús Gardea.
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