Cuatro poemas de la frontera

Eyaculación post-norte

Piel leprosa, descarapelándose
para que no transiten los pies-caucho…
para que les broten ampollas
que les impidan deslizarse sobre
las arterias pálidas de su abdomen.
           (En esa película low budget
                        She is fully naked
                        but he is still wearing socks)

Grafito de sueños
               –dentro del mismo tambo
                 donde se dora al marrano–
                 apilándose sobre el agujero 
oscuro de su pantorrilla,    
over there, en la joroba de una máquina.
Norte panespermia;
muchachas bonitas
            con shorts pegaditos
            temblando de miedo
            sacan su lengua y se toman la píldora de lluvia ácida
                        recién desempacada de las nubes.
            Sacan su lengua y untan su saliva
            sobre sus pieles trazadas con henna.
Ojos cerrados.
Esmog tiniebla.
Broca atorada,
bala sin resanar.
Rocas mohosas…
Freaky fracking, dermatólogo de la Government & Nar Co.
tronando los puntos negros de la espalda árida
para exprimir el pu$
                        (y eso que no se lavó las manos).
Saddlemasoquismo, fantaseando con taladrar
la piel de la Sierra Madre
            y exprimir los caldos nutricios
                        at the same time
                        en que abre una nueva ruta comercial.
            Nefasta política de querer desvirgar.
Oasis de La Heroica…
            cuánto quisieran eliminarte del mapa,
            cuánto quisieran –pero no pueden–
                        sepultarte en las arenas.
Somos una factura que ansiarían borrar…
Erase
Erase one vez
Érase one vez,
                                   el Norte.


From terra norte
A Dorca Ocampo

alimañas y plantas
bailan valses tristes.
Miguel Ángel Chávez


Cuando escuches al viento
            derramarse en el primer cerro
que encuentre en cientos de kilómetros,
el ruido que genere
sonará a grito de nación comanche
y a cantos tristes de la conquista
que tardaron en llegar
y fueron guardados
            en un cráneo de vaca
que llegó florida y recorrió
nostra árida terra
hasta secarse;
Sonará a piedra que desciende,
pigmentada de rojo,
desde lo alto de la Sierra Pie-veloz.
y rodará
 rodará
                        y recorrerá la arena
y también tu cabeza
            a la que crees, le brotaron cuernos;
sonará a grano de maíz enlatado
cuyos conservadores
impidieron que el cuerpo lo procesara…
porque a esa mazorca le inyectaron
veneno,
            y ya no es la misma que robó Prometeo;
sonará a funeral de sombra,
a calor funesto
y a ese ruido que no distingues
si es el de los pasos de coyotes que
se esconden confundidos
de si es lluvia la que cae
o son casquillos al percutirse
en la región arisca
donde nadie escucha nada
donde todo dice nada.
Sonará a olvido;
a trote de caballo muerto;
a que perdiste tu sombrero.
Pero apenas se estrelle con el cerro
y dicho coito levante polvaredas,
recordarás que tienes sed;
te hincarás y lento,
jadeante,
dejarás que la arena
te sepulte.


Cuatro

Herpes rarámuri se extiende por las trusas de la calle Victoria
a paso veloz.
Juan Revelación y su ronda los Jinetes
la mejor agrupación del milenio
resuenan las trompetas,
ladies night,
            noche de cabaret.
Coman y beban,
descuento a los convertidos en sal.

(de Aridoamerican standoff)


Cactus
No deberían existir fronteras en el desierto
ni otra línea
sino la que marca
    El Sol
cuando amanece
    El Sol
cuando anochece
    y La Luna,
centinela,
patrona de los inmigrantes,
guiando a los perdidos
hacia un paraíso engañoso.
Sin embargo alguien colocó muros metálicos
para que California/
                                 Arizona/
                                               Nuevo México/
                                                                        Texas/
sigan conservando su paz sepulcral
cual espejismo roto.
Los cactus son testigos mudos,
no tiritan...
se defienden.

(Pero el desierto huele a fragancia muerte)



Míkel F. Deltoya (Ciudad Juárez, Chih. 1991). Poeta, narrador y reseñista. Egresado de la licenciatura en Letras Mexicanas por la UANL. Fue delegado ante la Red Nacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura (periodo 2012-2015). Becario del Festival Interfaz-ISSSTE: los signos en rotación, Monterrey, 2015. Su trabajo literario se ha incluido en diversas revistas nacionales e internacionales como Deslinde, Paso del Río Grande del Norte y Levadura, así como en las antologías Palabras de emergencia (La Regia Cartonera) OXXO my love (UANL) y Zaragoza arde la TV (UANL). Ha publicado los plaquettes Ciudad enteramente construida (Poetazos) y Trivium Fronterizo (Chimichurri Eds.). Es compilador de la antología Espasmo (Muestra de poetas de Monterrey nacidos entre 1986-1997) junto a Julio Mejía III. Actualmente se desempeña como docente de literatura.

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